Pero la variedad de la ficción europea de Netflix va más allá. Desde el thriller distópico de la polaca 1983 hasta el policíaco Dogs of Berlin, pasando por la combinación de fantasía, aventuras y acción que propone la turca The Protector o la ciencia ficción de la francesa Osmosis. Entre los nuevos proyectos anunciados este miércoles se encuentran una serie centrada en el nacimiento del fútbol firmada por el creador de Downton Abbey, Julian Fellowes, la versión en forma de serie de la película alemana La ola, basada en hechos reales, o tres capítulos nuevos de la serie documental The Staircase, sobre la historia real de Michael Peterson, escritor de novelas de crimen acusado de asesinar a su esposa tras encontrarse su cuerpo a los pies de las escaleras de su hogar y la batalla judicial de 16 años que siguió a aquel suceso.
¿Qué busca realmente Netflix con todas estas series? ¿Qué pide a un proyecto para decirle sí? “La clave es ser auténtico”, dice Brian Pearson, responsable de adquisiciones internacionales de la plataforma. “Lo que suelo decir a la gente es que está bien ser como eres y ser local, todo puede viajar por el mundo. Sé tú mismo”. “Buscamos autenticidad y pasión”, añade Cindy Holland, responsable de Series Originales.
Entre los creadores, también coinciden en que lo que se busca desde la plataforma es la diferencia. “Es importante que la audiencia encuentre algo nuevo, que transforme lo que ya existía, eso es lo que espero en mi televisión.
Cogemos historias típicas y las hacemos atípicas”, dice Agnieszka Holland, una de las directoras de 1983, que parte de la premisa de que el Telón de Acero no cayó y que Polonia vive bajo un estado policial sumamente represivo
Muchas de estas historias a las que da luz verde Netflix tienen una base muy local y muy concreta. Es el caso de Paquita Salas, por la que la plataforma ha apostado dando el visto bueno a una segunda temporada. “Nos sorprendió que nos llamara Netflix porque es una comedia muy local”, cuenta Javier Calvo, uno de los creadores y directores de la serie, junto a Javier Ambrossi. “Paquita es muy española, con referencias a los ochenta y noventa. Pero a la vez es única, con un universo muy particular. En realidad, todos somos un poco Paquita, todos nos hemos sentido perdidos en el mundo. Representa lo que queremos hacer, es una rebelde, una inconformista”. En su caso, al pasar a Netflix se plantearon una temporada más ambiciosa. “Pero luego decidimos volver a hacerlo como en familia, aunque mejorando la calidad. Lo bueno de estar en Netflix es que hemos perdido el miedo a hacer ciertos chistes, nos atrevemos más”, añade Calvo.
Otra de las próximas series españolas en su catálogo será Élite, ahora en fase de rodaje. Su director, Ramón Salazar, no nota diferencia en su trabajo por tratarse de un título para Netflix. “Trabajamos como si fuera una serie local, todo el equipo es de Madrid”, cuenta Salazar, para el que esta es su primera serie. “Todos sentimos que trabajamos en una serie española aunque se vaya a ver en todo el mundo”.