El Salón del Automóvil de Tokio siempre es diferente. Su cultura difiere tanto de la occidental que nos permite disentir en diseño y en las alternativas sobre el coche del futuro. Está claro que caminamos hacia el coche autónomo y que será eléctrico. Ahora bien, Japón ha decidido convertirse en el principal impulsor del hidrógeno como energía impulsora del vehículo eléctrico. En Europa, hay iniciativas similares, pero la Unión Europea se inclina por atraer primero la tecnología de las baterías de ion litio, las acumuladoras de los coches eléctricos que se venden actualmente en todo el mundo.
El hidrógeno permite autonomías de hasta 1.000 kilómetros, como en los prototipos mostrados por Toyota, y se reposta en el mismo tiempo que se recarga un coche de gasolina. Y sin cables y sin emisiones. El inconveniente: es una energía cuya transformación es excesivamente cara.
La otra tendencia ya consabida es que el vehículo será cada vez más autónomo. El Senado de EEUU ha dado ya las primeras directrices para que se favorezca el desarrollo de este tipo de vehículos y en la Unión Europea también se han dado los primeros pasos. Incluso en Japón. Pero lo que parece más inmediato es que el coche aprenderá del conductor más que sustituirlo; algo que no queda muy claro cuándo sucederá.
El coche tratará de interactuar con el conductor para ayudarle, para hacerle la vida a bordo más cómoda y segura, evitando los siniestros. Pero Japón es un país que navega entre tradición y futuro. De otro modo, no se entendería el JPN Taxi de Toyota. Su silueta recuerda claramente a los Black Cabs de Londres y su propulsión mezclará gas y electricidad.
Toyota y Nissan son las dos grandes del Salón. El resto de marcas japonesas, que continúan muy vivas, mantienen acuerdos con una de las dos, salvo Honda que resiste (muy bien) por sí misma. Con conceptos urbanos eléctricos de estilo retro, con más oferta de motocicletas y con sus robots (ver información adjunta).
Mazda, junto al Visión Coupé, un ejercicio de estilo para mostrar la evolución de la marca en lo que a diseño se refiere bajo la dirección de Ikuo Maeda, ha aprovechado el Salón para mostrar el Kai, un prototipo que adelanta las formas del sucesor del Mazda3 actual.
Subaru presentó uno más de su serie de prototipos Viziv, palabra que quiere ser un apócope de "visión e innovación". Es una berlina de cuatro puertas realizada por Mamoro Ishii, el jefe de diseño, que parece haber encontrado un nuevo estilo propio y atractivo para la marca.
Mitsubishi presentó el e-Evolution, un todocamino eléctrico 100%. Desde el punto de vista del estilo podría avanzar las formas del futuro Outlander Sport. El diseño, desde que Nissan está detrás, se ha refrescado. Por su parte, Suzuki ha presentado el e-Survivor, un todoterreno abierto, 100% eléctrico, con capacidad de conducción autónoma, pero que no parece que vaya a tener nada que ver con el modelo que saldrá al mercado.